- Hana recuerda que mañana nos encontraremos en el centro, en la parada 34.
- Claro, allí estaré- sonrió Hana.
- Nos espera un largo día de ventas!- exclamó Amy alzando el puño con expresión furiosa.
- Jaja, cuando Amy pone esa cara es mejor guardar distancias- bromeó Frank.
- Estás segura que quieres que vaya?- se quejó Jason con una voz más grave de lo habitual-, no se me dan bien las ventas, lo único que conseguiré es asustar los posibles compradores.
- Al contrario Jason! Que sean aparatos construidos por extraterrestres les llamará más la atención!- le animó Amy sin cambiar su expresión amenazante.
- Jiji, ya sabes que no tienes nada q hacer- dijo Emma con su dulce voz .
- Aah, esta bien- suspiro Jason resignado.
- Mañana temprano todos a la parada 34!- gritó animada Amy.
Hana volvió tranquilamente a casa. Pasar el día en el taller le dejaba en el cuerpo una sensación de bienestar.
En una de las calles cercanas a la suya vio unos niños jugar. Iban corriendo aquí y allá con sus modernos juguetes mecánicos. Se quedó un rato observándolos recordando su propia infancia. Poco después se alejó sonriendo, todo eso había quedado mucho, mucho atrás.
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